Guest User
August 3, 2024
No recomendable, llegamos a al Hostal en bicicleta después de hacer una ruta de 140 km y nos dieron dos habitaciones en las que la temperatura interior era de más de 35 grados. El anfitrión que nos entregó las llaves era consciente que no íbamos a descansar y no le importó en absoluto. Nos fuimos a cenar a un sitio estupendo que se llama La Botería y a nuestro regreso, el calor que había acumulado durante todo el día, generó un ambiente insano que nos permitió dormir a penas un par de horas. Al día siguiente, no pudimos reanudar el viaje en bicicleta en condiciones normales, estando agotados todo el día. Pagamos el precio que marcaba la tarifa sin discusión pero el servicio no fue acorde con el precio. Una pena que un pueblo tan bonito y bien posicionado en el Camion del Cid solo disponga de este servicio tan deplorable, malo y caro. Las habitaciones estaban, además de como un horno, hechas una auténtica porquería, los colchones eran del siglo pasado, las sabanas tenían más lavados que años el edificio, el baño para echar a correr con la mampara de la ducha mixta, un tramos de plástico y otro de tela, muy original. Insisto, mejor dormir en la iglesia, además de más barato a buena temperatura. Nos llamó la atención que nos pidieran que les llamásemos antes de llegar, luego lo entendimos, allí no había forma humana de estar, ni los huéspedes, ni ellos por eso no estaban. Estamos acostumbrados a dormir en cualquier lugar, pero siempre y cuando reúnan unas condiciones mínimas que puedan permitir al cuerpo descansar.
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