San Gregorio Hotel & Spa

Mi hijo me regaló un día de spa por el Dia de la Madre, con el deseo de agradarme, sin embrgo mi experiencia fue PESIMA desde el policía que atendió mi ingreso hasta el personal de recepción. Diria que sobre venden todos los paquetes y el spa y luego no tienen como responder a un buen servicio. Las batas que nos entregaron con las toallas para uso del spa estaban viejas y percudidas, me arrepentí de no haber llevado mi propia ropa para el spa, en recepción nos dieron de cortesía un upgrade por el inconeniente con el guardia de seguridad quien en su prepotencia y abusivez nos trató pesimamente sin ningún sentido de servicio al cliente. Al pasar al spa, luego del inconveniente, en recepción nos atendieron diríamos que bien, sin embargo al llegar al área de spa, la persona que nos atendió con cara de enojada, en malos términos tratándonos como si no el servicio estuviera ya pagado, mi hijo pagó en el paquete masaje para 2 personas no en una cabina para dos personas, y pretendian darnos una cabina con las dos personas, cosa que no era lo que había pagado, al estar pidiendo que se respetara mi compra llegó la dueña, a decir que lo solucionaran y luego de haberme dicho las empleadas que no habían cabinas libres, milagrosamente existian dos o mas cabinas individuales donde podian prestarme el servicio, la masajista muy buena, amable y conocedora de su expertise, sin embargo al terminar el masaje, nos dirijimos al área de sauna en donde ya estabamos ocupando el área que nos asignaron en donde mi amiga y yo disfrutabamos de la teperatura adecuada para nosotros, cuando llega una empleada a subirle a tope la temperatura aduciendo que de recepción la habían enviado para que le subiera a la temperatura sin nosotros solicitarlo, cabe mencionar que en mi condición de hipertensa, resulté con la presión alta a pesar de mi medicamente, considero que la acción de estas personas puso en riesgo mi salud, al darme cuenta que lejos de caerme bien me estaba sintiendo enferma por el incremento de la temperatura que NUNCA fue solicitada, salí del sauna a colocar nuevamente una temperatura cómoda y acorde a mi condición para poder disfrutar del día de spa que al inicio creí que sería un día para relajarme. Saliendo del sauna nos dirigimos a la piscina donde estaba abarrotada ya que la sobre venta del lugar era más que obvio al no tener la piscina una capacidad acorde a las ventas, lo cual hizo que no se disfrutara de un momento de relajación. Los meseros iban y venían con todo mundo, y a nosotros nunca nos volteaban a ver, pedí un par de limonadas y nos llevaron a diferencia del resto de personas en el lugar, la bebida en vaso desechable, sin pajía, sin servilleta, sin hielo. A lo cual pedimos que nos llevaran lo antes indicado, luego de unos 10 o 15 minutos llegó por fin lo solicitado que debió haber sido llevado oportunamente como estaban atendiendo al resto en el spa, era evidente la DISCRIMINACION que se giraba en torno a nosotras dos, tal vez por ir poco arregl