Inma A
March 31, 2025
Esta posada es excepcional. El edificio, en piedra y madera, es precioso y todo está cuidado al mínimo detalle haciendo de la estancia un lugar del que no te querrías ir. Todo guarda una estética de antigua casa señorial: suelos, paredes, muebles... Tiene una preciosa galería acristalada, un espacioso porche, un salón con chimenea y sala de lectura y un bonito y cuidado jardín. También dispone de una huerta de tal manera que las verduras que comes son de allí. La atención es excelente. La dueña es encantadora. Los desayunos abundantes y todo con productos locales: miel, quesos, repostería, yogur.... Allí, se para el tiempo Es de esos "lugares con encanto", nada artificioso pero sí elegante. Es totalmente recomendable y, sin duda, un sitio para repetir.
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