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August 7, 2022
Este es un alojamiento especial, nada parecido a un hotel normal y corriente. Los antiguos habitantes de Matmata supieron construir sus viviendas para protegerse de las inclemencias del clima así como de posibles enemigos. Sus moradas eran indetectables, ya que excavaron grandes agujeros en el suelo, y alrededor de estos pequeñas habitaciones como cuevas. Las habitaciones son fresquitas y confortables, decoradas con buen gusto y sencillez. Al ser como pequeñas cuevas no tienen ventanas, y la iluminación es tenue así que se crea un ambiente muy romántico. Es fantástico sentir el contraste entre la temperatura exterior y la que conserva la cueva. Es un lugar ideal para desconectar, ya que en las habitaciones no hay cobertura de mobil. Aún así te puedes conectar a la wifi en la zona de recepción. Cada habitación tiene su propio baño que se encuentra en la parte moderna del alojamiento, es decir, hay que salir al patio hasta la zona de recepción para acceder a este. Los baños son sencillos y les falta una mampara para no mojar todo el suelo cuando te duchas. Normalmente ofrecen la estancia en media pensión, a base de ricos platos típicos del país (algunos son picantes), y el personal es muy amable y servicial. Recomiendo vivir la experiencia de alojarse en este bonito lugar!
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