Mar de Fulles Hotel

El sitio es increíble. Tan tranquilo y silencioso que oyes tú respiración. Te bajan las pulsaciones. Y el restaurante es un sueño. Han cambiado el cocinero y salmón con mango y jengibre es el cielo. La piscina es muy muy agradable y las habitaciones perfectas.

Si estáis pensando en ir: NO VAYÁIS. Vimos algunas reseñas negativas y aún así decidimos darles una oportunidad. Una de las noches de nuestra estancia la pasamos desde las 18:00 de la tarde hasta el día siguiente SIN AGUA CORRIENTE en nuestra habitación; sin poder ducharte, lavarte la cara, los dientes, etc. En pleno JULIO. Además, el aire acondicionado no funcionaba y la habitación estaba totalmente caliente. Pero ni una ducha para refrescarte podías darte. Por no hablar de la cisterna del váter sin agua. UNA VERGÜENZA. Nos fuimos a dormir sin una solución, pues sin cobertura, un número de emergencia al que poder llamar y todo el hotel SIN UNA SOLA LUZ, nadie había para atenderte. Al día siguiente un grupo multitudinario (40 personas aprox.) hicieron una actividad en el césped que teníamos enfrente de las habitaciones. Desde las 08:30/09:00 de la mañana, provocando un ruido que no dejaba descansar a nadie. ¿Un lugar que se vende como desconexión en la naturaleza, se pone a ofrecer sus instalaciones a grupos numerosos? No podías salir a leer, a desconectar, o simplemente dormir hasta la hora que te dé la gana. Nadie nos aviso de que esto iba a ocurrir. ¿No podíais haberlo hecho a partir de las 12 de la mañana? ¿O en otro lugar que no fuera a 2 metros de las habitaciones? Cuando al irnos, pedimos hablar con un responsable, resulta que no hay nadie con el que podamos comunicar nuestro malestar. Si un huésped se da cuenta de la falta de organización interna, falta de protocolo, y falta de una persona que de la cara en estas situaciones... Desde luego que algo no estáis haciendo bien. Es una pena, porque de dos días que queríamos ir en pareja a desconectar, salimos con un descontento monumental porque sentimos que se han reído en nuestra cara. Este lugar no es un retiro para relajarte, quizás el día que vayáis hayan unas jornadas de coworking de 50 personas enfrente de vuestras caras, o no podáis dormir del calor y lo paséis sin agua en vuestra habitación. Estancia muy muy desagradable; falta de cuidados básicos en las habitaciones, falta de información, cero resolución de conflictos e intentar engañar al cliente con un entorno de desconexión inexistente.

Desepcionado Dejaré unos comentarios de Pros y contras: PROS 1. lugar muy bonito 2. personal amable CONTRAS 1. Toalla por la cara/manos grande como por la ducha. 2. luz mesita no funciona 3. No hay teléfono en la habitación 4. En la habitación no hay conexión con el móvil y no hay wifi (solo en la recepción) 5. La zona piscina está llena de avispas (solo en la ducha había por lo menos 20-30) 6. En la piscina hay ruido del depurador del agua 7. Las tumbonas son viejas y los cojines están casi todos rotos/desgastados 8. En la habitación no hay nevera 9. Desayuno pobre 10. Cappuccino en el vaso del agua 11. Cena 48 euro - 2 croquetas, un chupito de gazpacho, empanadilla de cerdo, solomillo de cerdo (bien hecho pero salado) pan - agua

La estancia con mi pareja en el hotel fue preciosa. Si estás buscando un espacio para estar desconectar, ver las estrellas en una hamaca por la noche y estar con la naturaleza, este es tu hotel. El único problema que vimos fue la falta de información y explicaciones que nos dieron en general. La chica nos podría haber explicado cómo funcionaban los horarios y menús de las cenas y comida igual que en el desayuno ya que nos enteramos que disponían de zumos por una mesa de al lado y no nos lo había ofrecido a nosotros. Cuando llegamos, no había nadie en la recepción ya que al ser un hotel pequeño no disponen de personal las 24h, así que tuvimos que ir al pueblo de al lado que está a 10 min en coche a comer para aprovechar el tiempo. Por ultimo, recalcar el trato del jardinero muy atento en que todo estuviera a nuestro gusto en la piscina.

La comida horrible, por lo menos la hamburguesa que se comió mi hijo, parecía plástico y el pan duro, encima la camarera muy maleducada, mi hijo le pidió más patatas porque ella preguntó si quería algo más y se las sirvió de mala manera y diciéndole " me cago en tu madre".

Nous avions une réservation mais nous ne sommes finalement pas restés. Aucun accueil, idée de délabrement des l’arrivée sur le parking. Les photos communiquées ne correspondent pas à la réalité. Les chambres sont dignes de l’ère soviétique. La dame a l’accueil était gentille et a accepté que nous partions en ne payant qu’une nuit. On aurait dit une colonie de vacances pour hippies. Rien à voir avec la promesse marketing.