El Rincón de las Hoces del Duratón

Una estancia muy acogedora. Un edificio mágico en plena naturaleza donde se nota que todo está cuidado con amor. Las habitaciones impecables, muy limpio y con mucho encanto. El restaurante es una maravilla, se nota que los productos son de muy buena calidad y de cercanía, todo hecho casero y con mucho mimo. Un personal muy amable y atento, te hace sentir que estás en familia. ¡Volveremos sin duda!

La atención a la llegada y en todo momento un 10, la ubicación espectacular. Las habitaciones acogedoras, limpias y la cama muy cómoda. Buen desayuno y aunque el restaurante estaba cerrado nos prepararon cena yte facilitan la estancia para tu mascota. Lo recomendamos para cualquie viajero.

De 10. He estado con mis padres y mi perrete 6 días en el hotel, y el trato de todo el personal con nosotros ha sido increíble, podría decir que el mejor que he tenido nunca. El hotel en un lugar que te hace desconectar y disfrutar de la naturaleza. Limpio y con gran atención. Solo darles las gracias por hacer nuestra estancia perfecta y desearles lo mejor a todo el equipo.

L'hôtel en lui-même est plein de charme. Chambre grande bien décorée. Les environs sont laides: centrale électrique à 100m et carrière à 300m. Le restaurant: serveuse antipathique avec nourriture industrielle & fade

Si lo que buscas es la desconexión en plena naturaleza, es un ambiente completamente rural pero a la vez con todas las comodidades, la posada El Rincón de las Hoces es tu lugar. El enclave es privilegiado. Está a 20 minutos de cualquier pueblo medianamente poblado, lo que garantiza la desconexión. Burgomillodo solo tiene 4 casas. La fauna y flora impresionante. Buitres leonados volando a metros sobre ti si te subes a la presa que está al lado de la posada. Sin duda vale la pena recorrer el Duratón en Kayak así como después perderte haciendo un senderismo. Pasando a la posada en sí, las habitaciones son una coquetería. Las especiales tienen bañeras de dimensiones ideales para que una persona se relaje, normalmente al lado de una ventana. Las camas cómodas y la habitación que nos tocó (la 15) silenciosa y oscura por la noche. Es verdad que la nuestra no daba a la terraza del restaurante así que no tenía ruido. Pero al ser un enclave alejado no hay "afluencia ruidosa", normalmente a partir se las 11.30pm está ya todo en silencio. Los trabajadores del hotel muy respetuosos. Con respecto al restaurante bastante bueno y a precios muy razonables (el solomillo y el rabo de toro particularmente buenos). Concretar que en la zona solo hay dos restaurantes así que es obligatorio reservar almuerzos y cenas (sino, tienes que coger el coche e irte a otro pueblo a comer). Los desayunos muy buenos, variedad de salado y dulce. Si te gusta el turismo rural, la desconexión total y la naturaleza (así como el buen comer), Hoces del Duratón es tu reserva natural ideal.