Villa Maria- Casa la Lilia

Emplazamiento perfecto, zona céntrico pero tranquila, con una increíble vista al lago. Casona antigua, restaurada y exquisitamente decorada, habitación con todas las comodidades. Muy buena predisposición de parte de todo el personal para gestionar pedidos especiales. El desayuno hay que destacar, super completo y todo delicioso.

Los martes no tienen restaurante abierto y su check out es para irte del Hotel, no te dejan quedarte ni si quiera para almorzar. Muy mala experiencia, una pena que un lugar tan lindo sea manejado por persona así.

No tiene restaurante entre semana. Solo a partir del jueves a domingo (creo que domingo). Estuvimos de martes a miércoles y tuvimos que pedir a otro hotel de la misma cadena que queda más alejado para ir a cenar. No nos avisaron lo del restaurant. San Bernardino fuera de temporada no ofrece tantas opciones todavía. Además, hoy, el día de mi cumpleaños, pedimos quedarnos en la pileta por 2hs porque mi pareja me preparó una actividad sorpresa. Nos querían cobrar un día entero, siendo que no íbamos a utilizar el cuarto, además el hotel estaba VACÍO, como para decir que habían huéspedes e iba a ser incómodo. Íbamos a almorzar, utilizar la pileta y nada más. A todo esto, pagamos la habitación más completa de todas, le comenté que es el día de mi cumpleaños, pero no fueron capaces de entender la situación y ser flexibles. El monto mínimo era de 160$, lo cual me parecía absurdo pagar por 2hs de piscina. Es una lástima porque me llevo un gusto amargo al final de la experiencia y peor, en el día de mi cumpleaños. Tuvimos que suspender la actividad sorpresa de la tarde y ahora estoy volviendo a Asunción. Espero que puedan ser más flexibles ante situaciones como estas en el futuro. Soy de Paraguay y conozco muchos hoteles que sin problema te hacen la excepción.

Nos quedamos en el María Teresa, que está separado de la casa principal, y se cruza caminando por un camino de piedras muy lindo (es bastante empinado por partes). El lugar excelente, la atención muy buena, el desayuno riquísimo, pero la comida del restaurante se puede mejorar. Es un excelente lugar para ir a pasar el fin de semana en San Bernardino.

Terrible experiencia. Hay una discoteca o casa que tiene fiesta hasta las 6 de la mañana. Imposible descansar. No hay nadie en recepción a la noche. Queríamos abandonar el hotel por la incomodidad y estábamos encerrados.

El hotel ofrece una excelente ubicacion para poder recorrer el centro de San Bernardino a pie. El desayuno lo disfrutamos en la sala privada rodeada de vegetacion. El baño amplio y fresco, con bañera fue tambien un lindo detalle. Una experiencia recomendada!