Me hospede el finde largo de junio, 2 noches con mi pareja. La habitación sucia, despintada, desprolija. Una de las 2 noches nos bañamos con agua tibia/fría porque no salió caliente. No hay bidet. El desayuno te lo sirven en una barra sentados en banquetas, súper incómodo (encima se ve que hay mesas atrás, tranquilamente podrían darte el desayuno en las mesas). Lo que sirven es todo rico pero te dan un cafecito que no te alcanza ni para pasar una galletita. El desayuno para cada uno incluía: 1 café con leche, 1 vaso de jugo exprimido, 2 tostadas con mermelada, manteca y queso crema, 1 medialuna, fetas de queso y jamón, huevo revuelto. La calefacción de la habitación, para dormir, te congela a 19 y te cocina a 20. Como la cama está casi en el techo no se puede ni respirar cuando prende, pero sino, morís congelado. La terraza está cerrada así que si hay vista no se puede apreciar. La puerta del baño no es puerta, es un vidrio que no queda sellado (si te tiras un pepe te escuchan y si haces lo 2do el olor sale). El personal muy amable. No volvería.
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