Hotel Alda Centro Gijon

Hemos estado tres noches y ha sido excelente en todos los términos, trato exquisito y muy limpio, la habitación perfecta, el baño completo , un poco antiguo pero nada que objetar , limpio y completo por supuesto repetiremos

A pesar de que sólo nos quedamos una noche la verdad que la habitación era bastante amplia y el baño, el equipo de recepción las chicas muy amable ante nuestra acojida, lo recomiendo si quieren recorren Gijón es un buen sitio donde aloj**** es muy céntrico.

Solo pasábamos una noche en la ciudad y buscábamos algo económico. Este hotel cumple para un paso rápido donde solo necesitas dormir unas horas. Las habitaciones no tienen lujos (tampoco se esperaban), son sobrias en decoración pero al menos son amplias y están limpias. El suelo de tarima le da un punto a favor. En el baño se nota el paso del tiempo donde hay detalles como oxido en el grifo del lavabo. Por otra parte, lo que más importa, que es la cama, es bastante cómoda.

Me he sentido muy cómodo y el hotel estaba a un paso del centro

Muy buena relación calidad - precio. Las camas son muy cómodas y la ubicación perfecta, a escasos metros del Paseo de Begoña. Importante destacar la atención del personal, muy atentas en todo momento.

Para empezar el hotel da asco, todo está sucio desde los cristales cuando entras, el suelo hay gotas en el suelo de dos días, las paredes con celos, el ascensor uno de ellos roto y el otro invadido de suciedad. La moqueta de los pasillos está desfilada y deforme, huele a rancio. La habitación sin barrer, el baño sucio, las cortinas del baño y las sábanas blancas teñidas de rojo por los lados, moho en la tapa del váter, 1 manta para 3 personas, no teníamos ni perchas en el armario, ni el mando de la tele ni si quiera una triste escovilla. El grifo del agua fría no habría de ninguna manera, el agua salía hirviendo y no se podía poner fría. El patio al que da la habitación da pena. Desde las 4 de la tarde no hay nadie que pueda atenderte una urgencia , solo por teléfono. SIN DUDA NO REPETIRE. Lo único que me gustó de este hotel, si es que se le puede llamar así Para empezar el hotel da asco, todo está sucio desde los cristales cuando entras, el suelo hay gotas en el suelo de dos días, las paredes con celos de hace 5 años, el ascensor uno de ellos roto y el otro invadido de suciedad. La moqueta de los pasillos está desfilada y deforme, huele a rancio. La habitación sin barrer, el baño sucio, las cortinas del baño y las sábanas blancas teñidas de rojo por los lados, moho en la tapa del váter, 1 manta para 3 personas,no teníamos ni perchas en el armario, ni el mando de la tele ni si quiera una triste escovilla. El grifo del agua fría no habría de ninguna manera, el agua salía hirviendo y no se podía poner fría. Desde las 4 de la tarde no hay nadie que pueda atenderte una urgencia , solo por teléfono. SIN DUDA NO REPETIRE La chica de la recepción, un encanto, muy simpática. La ubicación 100%.

Por lo que veo en las opiniones, el hotel ha sido reformado ahora. Es baratísimo y ofrece confort y cercanía con el centro de la ciudad a 10 minutos andando. Es cierto que no tiene recepción más que por la mañana, pero el sistema automático funciona perfecto. Tiene abajo una cafetería donde se desayuna barato y rico. La verdad es que yo creo que por el precio que tiene es un lugar excelente.

Es un hotel que por la ubicación debería tener un máximo de 2 estrellas. Los baños son viejísimos y la habitación no tiene calefacción a pesar de lo que anuncian en la ficha del hotel. Hay un calefactor de baño colgado en la pared de la habitación, ese es todo el calor que puedes esperar. La cama es muy cómoda y siempre la dejaban muy limpia. El personal del hotel es agradable y educado.