Llegamos en horario del check in y tuvimos que esperar 2 horas para que nos den la habitación. El hotel es lindero con una cancha de futbol con la música a un volumen altísimo todo el día, nos tocó sábado y domingo, imposible descansar. El día lunes dan clases de futbol, imposible descansar, y para completar familiares del lugar en la habitación de al lado a las 6 am a los gritos y la cumbia a todo volumen. Los dueños son super amables, pero no recomiendo el lugar.
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